marzo 28, 2024

“Me temo que debemos hacer honesto el

mundo antes de decir honestamente a nuestros

hijos, que la honestidad es la mejor política”.

George Bernard Shaw

Por Dr. Rutilo Tomás Rea Becerra

y Dr. Pedro Gonzáles Castro

 Entre el espectáculo circense de candidatos a elección popular que se avecina, desde figuras como “Paquita la del Barrio”, Blue Demon, “Quico”, Tinieblas o Jorge Campos, existe una campaña mediática de desprestigio permanente hacia el actual gobierno de la república. No bastó el descrédito de la figura presidencial, explotando lo emocional por sobre la reflexión racional, no dejan pasar la ocasión para vociferar, denigrar, manchar y difamar todo lo que tenga que ver con el proyecto de la 4ª T.

Cual Celtas de la edad de hierro, en el campo de batalla optan por cortar la cabeza de sus enemigos. El golpe mediático se dirige actualmente a todo el gabinete de la presidencia de la república. ¿Por qué el cambio de estrategia de los adversarios opositores?

Para su infortunio, entre más atacan al presidente, más popular se vuelve. Lo declaran en terapia intensiva (el caso del reportero que señaló que no estaba contagiado de covid-19 sino que le había dado una embolia) y “resucita” como un ave fénix. Su popularidad está a prueba de todo ataque mediático.

En los últimos sexenios, ha sido el presidente más atacado, más injuriado, mas desprestigiado no solo por sus adversarios políticos, sino también por “comentócratas”, periodistas a sueldo, intelectuales orgánicos y toda la “granja de boots” al servicio de los grandes empresarios y políticos conservadores de este país. Pero nada lo derriba, nada lo detiene en sus propósitos.

Ante ello, la estrategia de la derecha se ha visto obligada a cambiar. Ya no se trata solo de atacar al titular del ejecutivo federal, ahora van contra todo su gabinete. Por ejemplo, hemos sido testigos de una guerra mediática contra el subsecretario de salud, argumentando infantilmente que “está acabando con la vida de miles de mexicanos”, o que la vacuna “Sputnik V es de segunda y no es factible ante la pandemia” (aunque estadísticamente este arriba del 90% de efectividad).

Esta serie de mezquindades se difunde en diversos medios, convirtiéndose en un vendaval de ataques permanentes a toda la actividad que realiza la 4aT. Para el neoliberalismo no hay nada que sea rescatable, positivo o que marque un cambio verdadero en el quehacer político.

Todo este descredito tiene que ver con una segunda estrategia de la oposición: colocar a todos los políticos en la misma cesta de podredumbre de la que ellos no pueden salir y a la que quisieran volver. Repitiendo una y otra vez sus puyantes consignas de: “todos son iguales”, “estamos peor que antes”, “no hay nada diferente”, etc., intentan provocar la desesperanza en el ánimo de la gente.

Minimizan logros tan importantes como la recuperación de 52 mil 455 empleos formales; el que las reservas internacionales hayan aumentado en 313 millones de dólares; el que se impulsen obras como la pavimentación de diversos caminos en el estado de Oaxaca, pues a la luz de la historia pondrían en entredicho a los gobiernos tanto del PRI como del PAN, quienes desviaban los recursos en la mayor impunidad.

Poco les importa que se haya instalado 32 mil camas por el gobierno de AMLO y más de 10 mil ventiladores o que se contratara a más 47 mil médicos y enfermeras especialistas. Tiemblan de rabia y no quieren reconocer que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya premiado a México por el etiquetado frontal de los alimentos; de que hayan disminuido por primera vez en cinco años el robo de autos o que haya bajado la incidencia de delitos como el secuestro y robos en el transporte público.

Braman como bestia herida, les duele la limitada posibilidad de seguir haciendo sus “cochupos”, de evadir impuestos o el poder continuar con el desvío de recursos. La transparencia del actual gobierno federal ha puesto al descubierto casos como el de 30.6 millones de dólares que los diputados de anteriores legislaturas colocaron en empresas fantasmas o el los 23 empresarios e inversionistas mexicanos a los que se les confiscaron 48 mil millones de euros por blanqueo de capitales y fraude financiero depositados en el Fondo Bancario de Andorra.

La campaña de desprestigio, la infodemia, la posverdad, las mentiras y el infoentretenimiento se vuelto una constante a través de los “mass media”. Comentócratas, pseudoperiodistas e intelectuales al servicio del dinero, día a día se desgañitan “por la falta de libertad y contra el autoritarismo” del actual gobierno. Pero ¿Quién les ha prohibido sus difamaciones? ¿Cuántos comunicadores han caído presos? ¿Acaso alguien les ha puesto restricciones a sus campañas sucias de desprestigio, burlas y difamación? No, nadie les ha coartado su derecho a expresarse.

Sin duda alguna hay errores en el actuar de algunos de los miembros que forman parte de la 4ª T, pero ello no implica que todo esté mal hecho o que no haya nada rescatable, ello va contra toda lógica de la actividad política. Pero de eso a que la Alianza Federalista, Frenaaa, Va por México, u otros conexos y similares se quieran presentar como salvadores del “eminente accenso al comunismo”, hay mucha distancia. Su retórica es añeja y rancia.

El que consideren ser “los buenos de la política mexicana” no se la creen ni ellos mismos. Indudablemente seguirán gastando millonadas en su campaña de desprestigio, pero ya no se engaña tan fácilmente a un pueblo que con su nobleza y esperanza comienza a tener una interpretación distinta de la realidad

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