marzo 29, 2024

“Como la dicha de un pueblo depende

de ser bien gobernado, la elección de sus

gobernantes pide una reflexión profunda.”
 Joseph Antoine René Joubert

Por Dr. Pedro Gonzáles Castro y

Dr. Rutilo Tomás Rea Becerra

Ya estamos cerca de los comicios más importantes en la historia de México, los que definirán el camino por el que transitarán “los de a pie” y que permitirán consolidar las estructuras para la participación política de las masas o bien, en un escenario menos optimista, cerrarán una página de buenas intenciones. Se apuesta el futuro de la nación.

Están en juego 21 mil cargos de elección popular. Se elegirán a nivel federal 300 diputaciones de mayoría relativa y 200 de representación proporcional, así como 15 gubernaturas, 30 congresos locales, además de ayuntamientos, regidurías, sindicaturas y juntas municipales. Cada partido político ha elegido sus mejores opciones en espera de obtener el mayor número de espacios para incidir en la toma de decisiones, o bien, la oportunidad para no desaparecer.

Sobre esto último, Madrazo Pintado ha declarado que en las elecciones de junio al PRI le va a ir muy mal con todo y coalición; Alejandro Moreno, está actuando con ideas muy viejas. De las palabras de Madrazo claramente podemos desprender que vivimos un momento histórico, seremos testigos del ocaso del partido que se encargó, junto al PAN, de desmantelar a nuestro país.

De esta suerte, pocos partidos viejos quedarán al margen y lo saben. Su desesperación se ha manifestado de manera tan burda que, bajo un esquema goebbeliano, se dedican a denostar al gobierno federal, y simpatizantes, cada vez que encuentran la más mínima oportunidad. De igual manera, los grupos neoliberales se sienten heridos de muerte, no están dispuestos a renunciar a sus privilegios y se dedican a financiar pequeños movimientos que sistemáticamente atacan bajo esquemas de una “Guerra de cuarta generación”. Nunca creyeron que algún día tendrían que rendir cuentas ante la nación. 

Como en el juego de baraja, en los próximos comicios, los naipes se están repartiendo y cada jugador pretende la mejor mano posible. En tanto, el croupier se ha dado a la tarea de “cargar los dados” y ni tardo ni perezoso se encargó de decidir quién y en dónde participaría en los comicios. El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Jalisco negó a Morena el registro de planillas para 21 municipios. ¿A qué se debió tal decisión?

Pudiera ser que “hay consigna”, pero también queda la posibilidad de que los aspirantes “se durmieron en sus laureles”. Quizá creyeron que erigirse como legítimos herederos del poder sería suficiente para aparecer en la cartelera de la función de junio, nada más lejano de la realidad. Como afirmamos anteriormente: “… no es la verborrea pseudorevolucionaria, ni la desvelada y romántica bohemia de izquierda la que posibilita las transformaciones, sino la participación horizontal, consciente y políticamente formada en la disciplina de las masas de “los de a pie”, la que determina el rumbo y éxito en la lucha contra la servidumbre.

Nada se puede lograr si el pueblo no participa, si no se le brindan los espacios de expresión que le permitan arribar a la participación política. Los comités de base de la militancia siguen quedando al margen, se les sigo utilizando como comparsa y ello debe terminar, se debe dar cabida a la participación de las estructuras primarias y dejar de lado los vedetismos que en nada abonan al movimiento transformador.

Sumado a lo anterior, hay que recordar que vivimos una situación especial que ha venido a reconfigurar no solo la vida cotidiana, sino también ha propiciado reacomodos político-económicos, por lo que deberán establecerse estrategias coyunturales que permitan la continuidad del proyecto. Dentro de los bastiones que hay que recuperar se encuentra el reino agavero.

En Jalisco, tres figuras son el actual foco de atención: Bravo Padilla, Carlos Lomelí y Pablo Lemus. Cada uno de ellos con consignas diferentes, dos de ellos tratando de encubrir intereses locales de grupo, y un tercero que, si no es lo que precisamente requiere la 4 T, por lo menos resulta la más viable para tratar de dar continuidad al proyecto. Decíamos en una entrega anterior: la moneda está en el aire, pero no implica que las cosas cambiarán cuando toque el suelo. 

Finalmente, la vaca mira a donde está el becerro. Jalisco sigue bajo los reflectores, en todos los aspectos: escasez de agua, constantes asesinatos, secuestros, robos, problemas de vialidad, falta de transparencia, desapariciones, respuestas mediocres por parte de las autoridades, etc. Pocas o nulas son las propuestas reales que los contendientes han presentado, se les percibe en una postura muy cómoda, relajada. No nos extrañe que el Estado continúe bajo “el fenómeno Fanta”, cual fiel presagio de convertirse en catapulta para las elecciones del 2024. Entre tanto, recordemos que “esto no se acaba, hasta que se acaba”.

 

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