marzo 29, 2024

Por Sergio Mejía Cano

Hay algo que no encaja de bien a bien con los epítetos que le endilgan al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cuando se le señala como dictador, enemigo de la libertad de expresión, represor, que no hace caso a nadie más que a él mismo, etcétera. Pues sin romanticismos de por medio ni nada por el estilo, ¿cuándo se había permitido estar tan cerca de un mandatario de la Nación, tal y como se estila ahora o cuándo se había permitido que algún reportero increpara o cuestionara a un Presidente de la República por cualquier asunto?

En cuanto a dictador, ¿acaso Augusto Pinochet hubiese permitido que se le faltara al respeto frente a frente? Pero para no ir tan lejos, ¿acaso Gustavo Díaz Ordaz o Carlos Salina de Gortari, hubieran permitido que les pasara algo similar a como lo ha permitido AMLO?

En cierta ocasión en que un joven le gritó a Felipe Calderón Hinojosa en un evento, de inmediato el Estado Mayor Presidencial (EMP) se encargó de sacarlo de ese lugar, y quién sabe qué pasaría después con ese muchacho, pues ya no se supo nada más.

En el sexenio de Vicente Fox Quesada, cuando aparecieron los primeros “macheteros de Atenco”, que se opusieron a que se llevara a cabo el proyecto de un nuevo aeropuerto, y que por televisión se vio a uno de estos macheteros golpeándose sus botas y a la vez gritando: “mira Fox, estas son botas de hombre, y no de p… como las que tú usas”.

En su momento, cuando ocurrió esto, recuerdo haber leído en algún medio informativo, decir a quien escribía un artículo que, palabras más, palabras menos “ya mero Carlos Salinas hubiera permitido un agravio de esa naturaleza, pues si esto hubiese pasado con Salinas de Gortari de presidente, pues al día siguiente los dirigentes de estos macheteros y el que le gritó a Vicente Fox, estarían presos acusados de abigeato, de narcotraficantes, de invasores de tierras y otras lindezas por el estilo…”.

Así que no cuadra que ahora los opositores a AMLO, lo quieran tachar con adjetivos que más bien podrían quedar a la medida de los anteriores presidentes del país; pero no con AMLO, quien ha mostrado mucha tolerancia; más de la que dijo Díaz Ordaz tenerles a los estudiantes en aquel año de 1968, porque si para don Gustavo todo tenía un límite, por el comportamiento hasta hoy de AMLO, todo indica que para él todavía no hay límites, y por eso permite que la gente se manifieste libremente, así sea ofendiéndolo a más no poder, porque tal vez aplique aquello de que las ofensas son como las llamadas a misa: “el que quiere va y el que no, pues no va”; así de fácil. Por lo que posiblemente esto les dé más enojo a sus adversarios al ver que todo indica que por más señalamientos en contra que le hagan a AMLO, no le hacen ninguna mella, sino que le hacen “lo que el viento a Juárez”.

El pasado viernes 27 de este mes que está por concluir, se informó que los profesores que se identifican con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), no habían permitido llegar a AMLO a las instalaciones militares en Tuxtla, Gutiérrez, Chiapas, por lo que no pudo estar en su conferencia matutina que se trasmitiría desde esas instalaciones. Sin embargo, ahora hay quienes dicen que todo fue una estrategia de AMLO para decirse ser el afectado; pero las imágenes en las redes sociales ahí están, y que se mira claramente la camioneta del presidente, rodeada de personas con sus protestas, sin permitirle bajar a menos que los atendiera. Pero como lo han señalado varios analistas: esas no son las maneras adecuadas para que un Presidente de la República pueda atender a la población, ya que para eso hay quien los atienda y así, hacerle llegar al presidente los asuntos a tratar.

Obvio que, en tiempos pasados, el EMP ni siquiera hubiese permitido que se acercaran los manifestantes, mínimo una tres o cuatro cuadras a la redonda a donde estaría el presidente del país en turno, y menos que pudieran rodear el vehículo en donde se transportara un mandatario. Y esto al parecer, es lo que no han entendido o no quieren entender los adversarios y contrarios al actuar de AMLO, pues hasta el día de hoy no ha habido ni se han visto represiones a las que nos tenían acostumbrados los anteriores presidentes, y menos los abusos de autoridad del EMP que llegaba con días de anticipación a donde iba a estar el presidente en turno, para hacer una revisión a fondo para evitar cualquier tipo de agresión o tal vez acercamiento que incomodara al tlatoani del momento. Ojalá y lo entiendan.

Sea pues. Vale.

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