Hospital Universitario

Por Andrés García Torres

Hace algún tiempo comenté en una de mis colaboraciones la posibilidad de trasladar el “CERESO” Venustiano Carranza a las afueras de la ciudad y convertir el lugar en El parque del estudiante. Las razones son de sobra y basta recordar todos los incidentes de riesgo que ponen en peligro a nuestros estudiantes universitarios y de educación básica. La zona está llena de escuelas públicas y privadas, estudiantes, maestros y padres de familia desde temprano hasta ya pasada la tarde.

Me da mucho gusto que se materialice el sacar el penal local de la ciudad y sobre todo que se les dé un trato humano a los reos, que actualmente y desde hace muchos años, se encuentran hacinados. Por ellos y sus familiares que padecen los estragos de un centro de rehabilitación para una población mucho menor de los internos que aloja, es un gran logro de esta administración del Poder Ejecutivo Local. ¡Muchas felicidades!

No soy experto en el tema y no voy a abundar en el asunto penitenciario, lo que sí quiero rememorar con ésta colaboración es que en el lugar (donde actualmente se encuentra el CERESO) se le debe dar como destino una actividad o espacio para la cultura, la educación o simplemente para el sano esparcimiento de los cientos y cientos de estudiantes que pueden alojar ahí el descanso de su mente creativa, su hora de lonchar, punto de encuentro o simplemente la relajación en sus horarios inter clase, con un parque del estudiante y convertir así a Tepic, en la ciudad del estudiante, convertirla en un atractivo nacional y llamar a la juventud de todo el país a que se prepare en nuestros centros educativos y especialmente en la Universidad patrimonio de los Nayaritas.

Nayarit es noticia nacional por la reconversión del sistema de salud pública. El lugar donde actualmente se encuentra el CERESO puede ser también un hospital Universitario, incorporado al sistema nacional de salud. Con camas para hospital y las prácticas de los estudiantes de las diferentes ramas de la salud integral que ofrece la Universidad Autónoma de Nayarit. Incluso puede ser un lugar de residencia para especialidades. Con ello se puede aumentar la matrícula en las carreras de medicina, odontología, enfermería y demás opciones vinculadas con el área de la salud.

En fin, cualquiera que sea el destino que se le dé al lugar que ahora es un centro penitenciario en medio de la masa urbana escolar, deberá ser -seguro estoy- un lugar sanador de cuerpo, mente y espíritu, para que el cambio no sólo sea práctico o necesario, sino provechoso para la gente de Nayarit y sus visitantes: Incluyendo a los estudiantes.

Entrados en materia deberá revisarse el tema de los terrenos del CERESO, que creo hasta hace algunos años, estaban registrados como ejidales, incluyendo algunas áreas donde se asienta la ciudad de la cultura padecen de la misma deficiencia de certeza jurídica en la propiedad. Creo los ejidatarios del Molino tenían en mente una cantidad indemnizatoria para ceder o escriturar en favor de la Universidad Autónoma de Nayarit. Ojalá que la UAN se sume a la acción transformadora del estado, sea parte del vórtice y comience con una buena acción, regularizando la propiedad donde se asientan sus instalaciones. Ello aparte de regularizar la tenencia de esa porción de tierra, permitiría mayor inversión para infraestructura por parte del gobierno de la república en nuestra alma mater. Reto para la nueva Rectora que toma las riendas de la administración en junio de este año.

Hago votos para que se construyan los estadios de beisbol y de futbol. Celebro que se tenga proyectado paso a desnivel en la avenida Jacarandas e Insurgentes y aún más allá; que se retome el proyecto de la avenida Jacarandas para reactivar sus comercios, de manera consensada con vecinos, locatarios y ecologistas. Alguna vez ya se intentó y se frustró el Proyecto de la avenida Jacarandas. Nayarit se transforma y los que llevamos algunos decanatos en desear lo mejor para nuestra comunidad, -aunque sea con la modesta aportación del derecho a opinar-, celebramos que se hagan estos esfuerzos en la cosa pública.

Carpe Diem.

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