marzo 28, 2024

Por Sergio Mejía Cano

En el programa de “Tercer Grado”, de Televisa, que se trasmitió antier miércoles 15 del mes en curso, me llamó la atención que el periodista Sergio Sarmiento, dentro del tema de las consultas ciudadanas para juzgar a los expresidentes, dijera que las acusaciones que pesan en su contra son ridículas; pero lo que más me atrajo, fue cuando dijo que entre estas acusaciones, a Ernesto Zedillo se le acusaba de continuar las políticas privatizadoras empezadas por su antecesor y que el privatizar empresas no era un delito.

Pues quizás privatizar no sea delito, pero sí en cierta forma, entregar la riqueza del país a manos extranjeras, así como a una que otra nacional. Y además, los posibles delitos que conlleve lo que cometen esas empresas ya privatizadas con la clase trabajadora. He ahí las minas, una parte del petróleo y sus derivados, igual que ocurrió con la Comisión Federal de Electricidad, que ahora le tiene que comprar energía a otras empresas privadas; y desde luego que los ferrocarriles.

Y es en este punto de los ferrocarriles en donde me atañe particularmente, debido a que soy uno más de los miles que sufrieron el daño colateral de la privatización de las líneas férreas; cosa tan conocida que más de una vez lo ha citado el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cuando se refiere a este tema, añadiendo que Ernesto Zedillo, una vez que dejó su mandato, se fue a trabajar con una línea ferroviaria del vecino país del norte, que tiene mucho qué ver con algunas de las líneas férreas de nuestro país.

Cuando el entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado, anunció en 1987 que se anticipaba el retiro de las concesiones a las empresas ferroviarias del país, para aglutinarlas en una sola línea administrada por los Ferrocarriles Nacionales de México, adujo que los ferrocarriles estaban considerados como una empresa estratégica para la Nación Mexicana, y que por eso se habían integrado en una sola línea para así, poder ser mejor administradas. Sin embargo, lo único que pasó fue que, al igual con los bancos que se nacionalizaron, posteriormente se entregaron a la Iniciativa Privada (IP), tanto extranjera como nacional, dejando eso de lo supuestamente estratégico a un lado.

Y si bien no es un delito privatizar empresas, aunque se dañe la soberanía nacional, sí estriba un delito lo que cometieron los nuevos concesionarios de las líneas ferroviarias en nuestro país, al dejar en la calle a miles de trabajadores, tanto directa como indirectamente, sobre todo al condicionar el que no hubiera trenes de pasajeros, porque lo que les interesaba más que nada, era mover mercancías y no pasajeros, ya que estos trenes de pasaje les estorbarían para mover el flete que sí  deja ganancias: el transporte de mercancías en trenes de carga.

Y se podría considerar un delito el que los nuevos concesionarios de los ferrocarriles en México, hayan violado flagrantemente la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, ya que en uno de sus apartados señala claramente, que al momento de la concesión, los trabajadores ferroviarios no se verían afectados en sus derechos laborales en lo más mínimo; pero fue lo primero que ocurrió, pues las nuevas empresas concesionarias se desprendieron de gran parte de la planta laboral con el pretexto de la modernización que, esta palabra desde que se utiliza es prácticamente sinónimo de que se perderán miles de empleos.

Precisamente en 1987, cuando todas las líneas del ferrocarril que corrían por todo el país, como Ferrocarril Sonora-Baja California, Ferrocarril del Pacífico, Chihuahua-al Pacífico y Unidos del Sureste, pasaron a ser Nacionales de México, ningún trabajador se vio afectado por esta nueva disposición, pues todo siguió igual, sin que se sintiera otra cosa más que el cambio de Razón Social, y hasta ahí. Por lo que cuando se comenzó a oír lo de la privatización, los trabajadores ferroviarios pensamos que sería igual que en 1987: seguir trabajando, pero ahora de nueva cuenta para la IP. Sin embargo, no ocurrió así, ya que de entrada se le obligó a la planta laboral a firmar su renuncia bajo el amago de que de no hacerlo, el monto de su liquidación se iría al entonces Distrito Federa y a ver cómo le hacían para cobrarlo después. Y todo esto con la anuencia del dizque sindicato que apoyó dicho amago.

Y se podría considerar un delito el haber dejado sin trabajo a miles de ferroviarios de todas las especialidades, violando una ley reglamentaria que se dice los protegía, la que no tuvo  efecto.

Sea pues. Vale.

3 comentarios en «DELITOS COLATERALES DERIVADOS DE LAS PRIVATIZACIONES»

  1. QUE SE AGA JUSTICIA …QUE SE AGA UN VERDADERO CONTRATO OBREOPATRONAL COMO SE TENIA EN NdeM pegado a la LFT RESPETANDO DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL TRABAJADOR AL IGUAL QUE A LA EMPRESA .URGE TRENES DE PASAJEROS PARA LA GENTE MAS HUMILDE QUE VIVE EN LAS SERRANIAS Y DESPOBKADOS LEJOS DE LA CIVILIZACIÓN…

  2. Sergio Mejía Cano
    Hola compañero del riel, quiero primero felicitarte por tu artículo y segundo hacer algunas precisiones sobre lo que escribes: aclarándote de ante mano que no voy a defender ni a los concesionarios, ni al gobierno, quizá debo hacer un reproche al Sindicato por endeble en la entrega y otro a nosotros mismos porque no supimos defender nuestro patrimonio: pero en todo caso voy a ser muy imparcial en mi opinión.
    1.- Los Ferrocarriles Nacionales de México fueron concesionados en virtud de que el estado ya no los podía administrar por tanta pérdida económica que representaban y por las condiciones de deterioro en que se encontraba la infraestructura y todo el equipo tractivo y de arrastre, así como toda su maquinaria.
    2.-Efectivamente Ernesto Zedillo cuando terminó su mandato como presidente se fue a Estados Unidos como asesor del FC Unión Pacific, el cual es socio minoritario de Ferromex. Desde luego que eso para nada es ético ni moral, pero en fin así se usaba.
    3.- Los concesionarios no cometieron ningún delito puesto que ellos recibieron la concesión por una ley que permitió que así se concesionaran los Ferrocarriles y el acuerdo era recibir la empresa libre de todo gravamen y solo recontratar al personal que ellos requerían, en todo caso fue el gobierno quien aceptó así las condiciones. Por eso mismo Ferronales liquidó y jubiló, según fuera el caso y, entregó los ferrocarriles sin ningún pasivo laboral.
    4.- Los trenes de pasajeros no eran negocio y se mantuvieron durante la época de Ferronales porque prestaban un servicio social. De hecho y debes de acordarte, cuando se hizo la entrega a los concesionarios los trenes de pasajeros ya se habían cancelado con excepción de los que corren de Chihuahua a Los Mochis, porque así se contempló en la licitación.
    5.- Una vez que los concesionarios tomaron la operación de los Ferrocarriles y después de cierto tiempo de aprendizaje, empezaron a liquidar personal en primer lugar por la modernización, como tú bien lo mencionas, y en segundo porque no había ninguna ley y ningún compromiso para no hacerlo, en todo caso fue el Sindicato quien nada hizo para proteger los puestos que se fueron cancelando.
    6.- Los derechos de los trabajadores ya con los concesionarios, fueron menoscabados y de aquel gran volumen de contrato colectivo casi lo desaparecieron, dejando unas cuantas clausulas, porque el Sindicato así lo aceptó.
    7.- La concesión se llevó a cabo mediante una reforma a la ley reglamentaria de los Ferrocarriles, de manera que las licitaciones se llevaron a cabo en forma legal, no moral ni ética. Fue el Sindicato quien permitió que los Ferrocarriles fueran concesionados sin que hubiese alguna protección a los trabajadores y a los servicios que debían prestar los nuevos dueños.
    Soy Oscar Amaya Ibarra, cuando se llevó a cabo la privatización yo ocupaba el puesto de Gerente de Recursos Materiales, pero mi trayectoria en los Ferrocarriles se inició como telegrafista, jefe de Estación, Auditor Interno, Agente Comercial, Jefe de Servicios Generales, Jefe del Departamento de Recursos Materiales y Gerente de Recursos Materiales. Tuve la suerte que ser recontratado por Ferromex y durante 15 años fui Gerente de Abastecimientos para los Divisiones Chihuahua, Hermosillo y Monterrey. Resido en Chihuahua, Chih. Y estoy a tus órdenes en mi teléfono 6142352406 mi correo es ama_ibarra@hotmail.com y uno de mis hobbies es escribir, te anexo mi artículo de hoy. Un abrazo compañero.

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