marzo 29, 2024

“Que éxito tienen los ricos y cuantas cosas adquieren con su dinero.

 Aunque en realidad, su fortuna no puede comprar lo verdaderamente

importante, y solo son admirados por sus lacayos, los cegados por la

codicia y los arribistas”.

José Luis Rodríguez Jiménez         

Por Dr. Pedro Gonzáles Castro y

Dr. Rutilo Tomás Rea Becerra

El reciente interés de los conservadores hacia los “movimientos” y “manifestaciones a modo”, son la respuesta desesperada por la defensa de sus antiguos privilegios. Dueños de un descarado cinismo y a falta de argumentos sólidos, entre rezos e histrionismo plañidero, injurian, provocan, arman escándalos de cantina y adjetivan indiscriminadamente a quien no piense como ellos. Buscan la confrontación a través de todos los medios posibles.

Agazapados en sus lujosas oficinas o desde la simbólica comodidad de su automóvil, sabedores de la necesaria presencia en las calles para justificar su “movimiento” lo masifican a través de la obligada participación de su servidumbre o de aquellos más susceptibles a la sugestión. Los feligreses shopenhauerianos, sistemáticamente echan mano de rastreras estrategias manipuladoras para ganarse el favor del público, a toda costa buscan darle rostro a su “movimiento” esperando la pronta desmoralización del pueblo.

Para los mercenarios del debate, las trampas retoricas, las falacias argumentales, la monserga cristera y el maldecir son la esencia de su discurso. Sistemáticamente, desde las Cámaras hasta las calles escenifican la política tratando de convertirla en una parodia. Pugnan vehementemente en destruir nuestra memoria histórica al desacreditar a nuestros héroes y vejar los monumentos. Pero lo más “curioso”, es que no son acciones aisladas.

Recientemente, Jeanine Añez rindió homenaje a los asesinos del Che y Bolsonaro declaraba que “El Che Guevara solo inspira a los drogadictos marginales y la escoria izquierdista”. En términos generales, encontramos un discurso similar en la oposición neoliberal mexicana, cuando ofensivamente se dirige a los simpatizantes de la 4ta T y a todos aquellos hombres y mujeres que históricamente han luchado contra la explotación, el hambre, por la libertad y la fraternidad entre los hombres y las naciones.

Indudablemente, la extrema derecha se sigue fortaleciendo a nivel mundial y, a su alrededor, hacen todo el ruido posible para llamar la atención. Abanderando diferentes causas, utiliza asociaciones civiles como pantalla para captar recursos humanos y económicos. Y para ello, utilizan todos los huecos jurídicos que les son posibles, así como los espacios legales; por ello su afán de conseguir el registro de partidos afines, así como obtener el mayor número de curules en las próximas elecciones.

A colación, es muy posible que el Club Bilderberg vuelva a ser tema, sobre todo en lo que corresponde al control poblacional, en su sentido determinista al establecer que la seguridad alimentaria se encuentra en peligro. Se presume que la población mundial se encuentra alrededor de los siete mil millones y que para el 2030 aumentará a cerca de los 10 mil millones. Niegan vehementemente que el desarrollo tecnológico pueda paliar las presiones generadas por el incremento demográfico. En un momento dado, quizá la pandemia pueda ser utilizada como una estrategia reguladora

Bajo este escenario, si bien es cierto que la pandemia ha resultado un ambiente propicio para que el neoliberalismo tome un respiro y fortalezca sus estrategias, no hay que perder de vista la situación sindémica que se viene gestando desde hace aproximadamente treinta años atrás y que implica no solo la coexistencia de cargas sanitarias, sino también las condiciones socioeconómicas de la población, la estructura del sistema de salud y el contexto cultural. Todo ello a merced de los monopolios de la salud.

Es bien sabido que a la fagocitosis del neoliberalismo todo le aprovecha, el mercado consumista no cede en ningún momento, ni pausas ni concesiones. Decía Friedman que “El mercado siempre acierta” y, en este sentido es difícil pensar que el fin del capitalismo está cerca, por lo que se haría necesario, en un momento dado hacer una revisión de su proceso mimético. Es necesario hacer las cosas de forma diferente.

Entre tanto, nuestra historia en medio de la pandemia ha transcurrido entre casitas voladoras, la huida de Videgaray hacia Israel, el ridículo comportamiento de la “prensa” nacional durante el juicio de García Luna, la versión 2.0 producida por Claudio X González, los constantes tropiezos para elección del nuevo dirigente de MORENA, la permanente amenaza de la activación del botón rojo, el crecimiento de las cifras de desaparecidos, el constante asedio de autoridades e inmobiliarias para urbanizar la barranca de Huentitán, el incremento de actos delictivos y la larga lista de errores del actual titular del gobierno del estado, por cierto, de larga data.

Finalmente, estamos en “tiempos políticos” y muchos están en espera de la repartición de espacios de poder. Mientras, los de a pie siguen trabajando a ras de suelo, construyendo sus formas de entender y hacer la política, construyendo desde el seno de su comunidad y no a la espera de los ungidos; amantes del vedetismo político. Ya lo dice el dicho: no hay milpa sin huitlacoche.

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