marzo 18, 2024

Pensó que un Dios probable tendría que sustituir 

el imaginado infierno general y llameante por

pequeños infiernos individuales. A cada uno el

suyo, según una divina justicia y los méritos hechos 

Juan Carlos Onetti 

Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez 

Estimado lector, gracias. Los tiempos de la pandemia van, estamos por rebasar la línea de los 90 mil muertos y un repunte que promete aumentar la tragedia, a la que hay que sumar los más de 50 mil fallecidos en el sexenio de los abrazos, del fin de la guerra contra el narco, el desempleo creciente y la crisis económica que ya está aquí, esos son problemas que López Obrador y su 4T no quieren nombrar, pero aunque la narrativa sea triunfalista, la realidad nos golpea en la cara. 

Estamos en la antesala de la elección intermedia que definirá si continuamos por este camino o se obliga a dar un golpe de timón al tabasqueño, en eso están entretenidos funcionarios como Alfonso Durazo, quien deja un verdadero desastre en seguridad y se va a competir por la gubernatura de Sonora. López ha pedido en dos ocasiones paciencia y tiempo para que se vea el trabajo en seguridad, lo cierto es que el tiempo se consumió y no hay solución, obviamente los amantes de los morenos argumentarán que es muy pronto, pero no hay datos que sostengan que vamos bien o por lo menos con rumbo. 

El fin de semana pasado, por fin me decidí a ver dos documentales que están Netflix, fuertes pero que nos recuerdan en el México que vivimos y reflejan la fantasía creada desde los gobiernos de todos colores, de todas siglas, que creen que vivimos. El primero, «Las tres muertes de Marisela Escobedo», una victimizada por el homicida de su hija, la autoridad y el crimen organizado, así hasta que le quitaron la vida en una plaza pública, al pie del palacio de gobierno donde despachaba el entonces gobernador Cesar Duarte, ahora preso. 

El segundo documental, «Hasta los dientes» es la fatídica historia de dos alumnos de excelencia que lograron ingresar, gracias a las becas, al Tecnológico de Monterrey, hasta que la metralla y el abuso de efectivos del Ejército les quitaron la vida en la guerra contra el narco de Felipe Calderón, les armaron toda una historia, los quisieron incriminar sembrando armas para que pasaran como sicarios del crimen organizado. 

Estos dos trabajos, nos recuerdan lo que fue el inicio del reguero de muertos en el que vivimos y nos hemos acostumbrado. Un México sin justicia o solo para los que tienen recursos y palancas, o los que se juegan la vida investigando, haciendo el trabajo de las procuradurías para saber qué pasó con sus desaparecidos. Y así hay miles de historias, de huérfanos, de viudas, millones de desplazados, feminicidios, revictimización, violencia y dolor. 

Seamos claros, esta situación arrancó con Felipe Calderón y se agudizó con Peña Nieto quien perdió la brújula con los 43 normalistas desaparecidos. Con López Obrador que se dice «la esperanza de México», ha empeorado el problema. El presidente actual debería ser el principal interesado en que esos casos no se repitan, que se haga justicia, pero lo que hemos encontrado es intolerancia, desprecio para los periodistas, para los defensores de derechos humanos y activistas, un ataque feroz a los que no están de acuerdo. 

Y la 4T no tiene justificación para entregar malos resultados, se le han dado las herramientas necesarias desde el Congreso de la Unión para la formación y operación de la Guardia Nacional, inclusive lo que prometió de regresar al Ejercito a los cuarteles no lo cumplió, se les ha dado el poder y se les ha entregado las instituciones. Todo lo que criticaba de Calderón y Peña lo ha venido realizando López. 

Que decir de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, terminó por destruirla y colocar a una admiradora. Los días de la 4T se van uno a uno y en seguridad no se ve mejoría, solo la retórica ramplona del inquilino de Palacio Nacional. Pero mejor ahí la dejamos. 

Entre Palabras 

Ni unos ni otros, ni FRENAAA tiene la convocatoria de 7 millones, ni los amantes del «pejelagarto» juntan un millón, y que bueno porque seguimos en pandemia. 

Escríbeme tus comentarios al correo suartu@gmail.com y sígueme en la cuenta de Instagram @arturosuarez_. 

Hasta la próxima.  

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